Con esta noticia no solo quiero reiterar lo ya dicho anteriormente, sino que me gustaría tratar otro tema que también se menciona en la noticia.
Hace poco hablé también acerca de la comunicación familia-escuela, y apunté la importancia que tiene esta en la comunidad escolar, en la información que obtienen los padres y en la resolución de problemas y participación de los padres en la escuela.
Antiguamente, o no tanto, por lo menos cuando yo estudiaba en educación primaria, la mayoría de los padres que iban a hablar con el profesor, estaban de acuerdo con él antes que con sus hijos. Es decir, escuchaba al profesor las explicaciones acerca de por qué su hijo había obtenido esa nota y no otra, o por qué su hijo había hecho algo mal, etc. Hoy en día, son muchos los casos en los que los padres se unen a sus hijos y los creen ante la palabra del profesor, quien, pierde autoridad en el ámbito educativo y esto crea graves problemas entre la familia y la escuela.
Tal y como dice la noticia, "La forma de enseñar, corregir los exámenes o fijar las calificaciones finales del profesor es cada vez más cuestionada por los padres de los alumnos en la escuela pública", e incluso algunos de ellos critican la forma de dar clase del profesor, y la metodología que utiliza.
Como padres, se debería entender que no siempre su hijo es el que tiene razón, y que si el profesor ha hecho algo, es por el bien de su hijo que no quiere otra cosa que no sea facilitar su aprendizaje tanto de él, como de toda la clase. Poniéndose en contra del profesor y apoyando a su hijo, a veces, en aspectos en los que no tiene razón, solo crea más conflictos y más problemas al profesorado, y por tanto, a la educación de sus hijos y al ambiente de la clase en general.
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