miércoles, 3 de mayo de 2017

La conflictividad en el aula

La conflictividad y la violencia en las aulas se está convirtiendo en algo cada vez más común entre los medios de comunicación. Esta violencia ya no solo se da entre los mismos alumnos, sino que cada vez más es el profesor quien se ve involucrado, y es él quien muchas veces recibe esta violencia. Esto no solo afecta al nivel educativo ni al aprendizaje de los alumnos, sino que además afecta al profesorado.
Esto en muchos casos puede ser debido a la ausencia de autoridad por parte del profesor que produce en los alumnos una mala conducta y un descontrol en las aulas. La falta de dicha autoridad trae conductas inadecuadas como pueden ser el interrumpir las clases, mostrar total desinterés hacia la asignatura y hacia el profesor, problemas mayores en los que incluso el profesor ya no sabe cómo actuar. Algunos profesores llegan a tener miedo o angustia previa al entrar en la clase, y algunos de ellos llegan a sufrir la total destrucción de su identidad personal.
Un gran porcentaje de profesores señalan los “problemas psíquicos” como su mayor problema. Un 25 % de profesores tiene una baja oficial o circunstancial cada año, y aunque solo un 3 % de ellas se identifican con problemas de estrés, la mayoría de las otras dolencias son originadas por esto mismo. La mayoría de las bajas se producen por la conflictividad escolar a la que los docentes deben enfrentarse a diario, y aunque suele calificarse a esa conflictividad de moderada, también hay que decir de ella que es constante.
Por desgracia, hoy en día, la falta de disciplina en algunos centros escolares es innegable.


Tras haber buscado información en Internet acerca de este tema, para conseguir saber hasta qué punto esto es un problema en las aulas, he encontrado un comentario de una ex-profesora, que dice lo siguiente:

"Como profesora (en excedencia) pero profesora al fin y al cabo, no podría estar más de acuerdo con lo expresado en este artículo.
He sufrido más en los pocos cursos dedicados a la enseñanza, que en el resto de mi vida. Todavía a día de hoy (casi dos años después de dejarlo), siento ansiedad cuando me acuerdo de aquella etapa o pesadillas pensando que me obligan a volver a entrar en un aula.
Cuando voy por la calle y veo adolescentes, me cruzo de acera y no puedo dejar de sentir solidaridad por los compañeros que por la causa que sea, no han podido dejar el infierno de los IES."

Después de leer este sincero mensaje de alguien que lo ha sufrido personalmente, me pongo en su papel y pienso, ¿no deberíamos tomar más conciencia de estos problemas que se dan en las aulas? Porque, desgraciadamente para todos, cada vez son más los casos que como Marta, han hecho de su soñada profesión, de su puesto de trabajo y de aquello que le encantaba hacer, algo tan bonito como enseñar, su peor pesadilla.

Resultado de imagen de la violencia contra los profesores

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